domingo, 31 de enero de 2016

Orden.


Que pronto ha vuelto el orden, o al menos la normalidad, la sensación de vacío y el desengaño. He perdido la cuenta de las veces que me han dicho que soy especial, pero hago memoria y puede que coincidan con las veces que todo se quedó en nada, que esto supongo que es más difícil de olvidar.

Si la esperanza es lo último que se pierde, supongo que lo primero es el amor propio, el no querer aceptar ni ver qué es lo que tienes delante. Si las conversaciones eternas se convierten en telegramas, los temas de conversación absurdos en silencios incómodos y los "buenos días" en insensatos intentos por mantener a flote algo que está más que hundido, igual es eso, que está hundido y todo lo anterior lo único que va a conseguir es llevarte hasta el fondo con todo el equipo.

Y así siempre y así con todo, y todo por excesos de confianza, ilusión y dedicación a personas que llegan con intención de irse o al menos no de quedarse. 
Supongo que menos es más y que es verdad eso de que si quieres perder a alguien lo único que tienes que hacer, es hacerle caso.

lunes, 4 de enero de 2016

Quiero olvidarme de mí.

Que no os engañen, no es fácil pasar página. Quizás el hecho de borrar a la persona resulte fácil sobre todo si ésta fue causa de más malas experiencias que buenas y bueno, en este sentido empezar en una página en blanco dando la vuelta a la anterior no sea excesivamente difícil, al fin y al cabo es un libro que tienes preparado para buenas experiencias.
Yo hablo del nuestro, de nuestro libro, llamadlo conciencia, autoestima, diario, como queráis, llamadlo “yo”. Cómo se pasa página a uno mismo, a la inseguridad residual de los reproches y las mentiras, a los miedos por el rechazo e inútil valentía, al ya no me quiero, no me gusto y sobre todo no me respeto. Cómo aprendemos a afrontar que no nos quisieron, y lo que es peor, nos dejamos de querer. Cómo se vuelve a escribir “guapa, me respeto, me quiero, me perdono…” me perdono por haberme traicionado, por haber dejado que no me quisieran, por no haber dejado de intentarlo. Quiero saber escribir que voy a darme de bruces mil veces hasta que consiga querer como ya hice pero esta vez a mí (qué difícil).
No es gritar que le has o la has olvidado, qué más da, aunque qué bien. 
Es que no me olvido de mi “yo” contigo, de lo que me hiciste que, ya no importa, sino de lo que me hice al permitirlo, eso sigue.
No es olvidar las que un día fueron “nuestras canciones” sino de las mías propias, las que estuvieron cuando tú no estabas, las que baile sola y las que no llegué a bailar. Las que me recuerdan a mi contigo (sin ti en realidad), las que me recuerdan a mi sin mí.

Ojalá no tener que volver a decir “estoy bien” porque se note.
Quiero escribirme guapa, quiero escribirme sin miedos, con seguridades, con ganas. Quiero escribirme me quiero.

Desorden


Aviso, que parece que sí, que vuelvo. No sé, pero me apetece estar aquí, me apeteces. 
Tengo un pijama rosa y muchas ganas de que me lo quites, un par de cervezas en el frigorífico, una con tu nombre y repito, ganas, muchas ganas, de que me lo quites, todo.
Hay de pronto miles de películas que me apetece ver no sé si por ti o contigo, igual las dos cosas. Hay, pero no estás tú.

Qué raro y qué bien. Que viniste desordenaste y te fuiste, pero me has durado más que la resaca de aquella noche y qué raro y qué bien (no, no sé).

Qué coño desorden, o sí, pero qué bonito, me encanta, soy súper desordenada y tu cuarto parece decir lo mismo de ti. Tu cuarto. El mío parece que hoy quiere hacerte un sitio. Hoy, ayer, quizá mañana. Quizá ya no más.
Tan fácil como que está pasando, tan difícil como que no pasa, no pasa nada.Y por eso, otra vez que raro y que bien (o no, no me convence).
Te creo, no te creo...o qué más da, a mí si que me da, el miedo es libre. Y que pasa si es que sí, con todo lo que conlleva y con todas sus consecuencias, y que pasa si no, total, se queda en nada (que ya lo somos).
Decidme, a qué sabe un beso, a qué sabe el beso, ese que rompe, que desordena, que parte el esquema, que engancha, que busca, que crea deseo, ganas y desenfreno. ¿A qué sabe? Qué sabréis vosotros a qué sabe,

Que parece que sí, que vuelvo, pero también parece que ya no es triste que ya no duele.
Lentejuelas, había lentejuelas.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Parece que volví a perderme


Socorro, que me quiten esta angustia del pecho que me digan quien inventó el amor que le declaro la guerra.
Socorro, que me ahogo entre lágrimas y nunca quise una muerte salada.
Socorro quizás fue que te quise tanto que se me olvido que te llevabas mis alas.
Socorro, que me digan quien permitió el amor no correspondido, quien dejo que uno de los dos no amara.
Socorro, que me den el valor de rendirme ante esta batalla.
Socorro, que no se qué hice mal que para que no me pensaras.
Socorro, que hace demasiado que no me encuentro en su mirada.
Socorro, que corro, que grito, que tengo miedo que ya no creo en el destino.

Socorro, que hoy por las bocanadas de aire de su risa yo me muero de frío…

miércoles, 25 de febrero de 2015

arcade fire - wake up.

No intento engañar a nadie al igual que nunca te quise engañar a ti, hoy sigues en mis paredes aunque ya no estén tus fotos. Hace dos días todo empezó a no tener sentido de nuevo, aunque la diferencia es que ahora no lo tiene porque no estás. Pero quizás sea mejor así, quizás sea lo correcto, estar juntos siempre debió tener sentido, de eso se trataba ¿no?
He pensado en todo lo que voy a hacer ahora que no estoy contigo, y qué bien, pero que de putísima madre hubiera estado hacerlo contigo. Lo dejamos el mismo día que lo empezamos todo después de cuatro años, pero un año y ocho meses después y quizás esta vez duela más porque sé que no nos volveremos a encontrar, y si lo hacemos, será agarrados de otras manos.
Creo que es la primera vez que lloro desde que decidí que esto era lo mejor, supongo que es porque estoy escuchando la canción con la que me despediste y porque hoy me estoy despidiendo yo.
Cómo encajar nuestra derrota cuando gasté toda mis balas en esta batalla, como intentar buscarte en otras bocas si por ellas perdí la tuya, cómo deshacer camas si sólo me gustaba la tuya. 
Llámame astuta (zorra), egoísta, maniática o manipuladora, ya lo hiciste; pero no me siento culpable de este desastre. Lo fui en su día y me puse manos a la obra a construir un hogar que tu no dejabas de derrumbar a diario, y me quedé sin fuerzas, ya no me quedaban armas y decidí ser los cimientos y me derrumbé. Supongo que me quisiste, o me quieres, o no sé, pensaré que es así porque yo lo hice y supongo que lo hago aún, como no lo había hecho antes. Es imposible encajar nuestra derrota cuando dejar la guerra no implica haberla ganado sino conservar la vida. 

Te lo cuento en barco de vela,
en un atardecer de papel que nunca se apaga,
en un azul cielo que espero que siempre recuerde mi risa.

PD: He empezado a fumar, supongo que es porque así la boca me sigue sabiendo a ti. Hasta siempre.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Él.

ÉL. Sí, él era eso, era él en mayúsculas, negrita, subrayado, con tilde, con todo. Era absolutamente todo y, quizás, ese fuera el problema. El eran esas ganas de salir corriendo, pero no para huir si no para llegar, no se donde pero llegar. Era un salto de la cama cada mañana cayendo con el pie derecho, eran bailes en la cocina, música a todo a todo volumen, carmín y máscara de pestaña corridos por besos y sudor a todas horas en su cama. Era seguridad, ganas, verte guapa. Era un "¡Eres poco tonta!" a modo de buenas noches que te gritaba al otro lado de la calle y te parecía la mejor declaración de amor que te habían hecho nunca. Era un verano lleno de cielos estrellados, noches en silencio en cualquier banco y besos, muchos besos. Era un "¡ven que estoy solo, venga no seas así!" Era un "ya verás cuando me vaya contigo". Era no decir te quiero nunca porque no hacia falta decirlo. Era un ni si quiera te acompaño a casa porque supongo que no nos gustaban las despedidas. Eran besos en los parques, discotecas, calles, portales, estuviera quien estuviera, le pesara a quien le pesara pero si te veo no pienso saludarte porque a ver quien es mas orgulloso. Era un no va a haber vez que le mires y no te este mirando. Era un "vienes de estar con él" dicho por tus amigas. Era un "¿con quien andas que se te ve tan bien?" de tu madre. Era un "no sé que harás que llegas a las tantas todos los días". Era un no vamos a decir para siempre porque no hace falta, porque nos bastaba lo que teníamos delante, tu a mi y yo a ti. Era él cantando fatal a todo volumen y yo no parar de reír. 

Dime por que ahora hablo de ti en pasado, dime por que ya no cantas, por que no bailas mientras me haces la cena y te fumas un cigarro, por que no me agarras de la mano y sales conmigo a comerte el mundo, dime por qué. Dime por qué porque yo me muero por que lo hagas.

martes, 11 de noviembre de 2014

Vértigo


Estoy en lo más alto en la escala del dolor, y qué vértigo. Sí, estoy en ese último puto peldaño que parecía inalcanzable desde tus brazos y que da al abismo. Estoy aquí arriba y bueno, ya me conoces, sigo con mis cascos puestos y la música a todo volumen, como siempre que voy sola, como siempre que puedo. Supongo que como casi todo aquel que sabe que esta a punto de perder la vida, me ha dado por recordar y he empezado poniéndome la banda sonora de mi vida, compuesta de tus grupos y canciones favoritas. Pensé que por aquello de que había estado tantas veces a punto de perderte estaría preparada para este momento, ilusa. Puedo sentir como escuece cada uno de los recuerdos que se van con el último beso que te di en mi cuarto de mala gana porque estaba enfadad contigo, como de costumbre, me queda ciega cada dos por tres el recuerdo de tu mano agarrando la mía en el coche justo antes de bajarte, estaban los cristales mojados, debí caer en que las despedidas tristes siempre llevan lluvia, al menos en las películas, tu y yo siempre dijimos que eramos muy de película que pena que nos tomáramos todo tan en serio por esta parte pero nos olvidáramos del final feliz o del "ser felices y comer perdices". 
(Estoy escuchando la BSO de tu serie favorita sí, esa horrible canción que me ponías una y otra vez y que ahora me encanta por un motivo más que obvio.)
Desde el momento en que hiciste la última llamada que no pude coger estoy deseando que cojas el maldito teléfono y me digas algo, quiero escuchar la voz que tantas veces ha dicho cosas que ojalá nunca hubiese escuchado pero que también ha contado los peores chistes que me han contado y me han hecho reír durante horas, la misma que me ha respirado te quieros al oído tantas veces que hasta llegué a creérmelo, la misma que tantas veces me prometió que pasara lo que pasara estaríamos juntos.
Estoy aterrada. Que alguien me diga que coño se hace cuando de un plumazo desaparece todo tu pasado, presente y futuro, que pasa cuando lo pierdes todo y la única persona que solía solucionarlo todo es la que se ha ido, que haces cuando el tono de llamada se agota una y otra vez y nadie dice nada al otro lado, cuando los mensajes ya no tienen respuestas cuando sus ojos te miran desde cada foto que os hicisteis y tu colgaste en tu pared, decirme como coño sois capaces de poneros algo que tantas veces os ha quitado como olvidáis a alguien que ha sido parte de ti sin olvidaros de vosotros mismos.


Chat gratis